El Bisfenol A (BPA) es cancerígeno

La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia publica uno de los informes más alarmantes respecto al Bisfenol A (BPA), por lo que el senado galo declara ilegal el compuesto (…).
Rosa Garzón
Técnico especialista en Salud Geoambiental y Riesgos Ambientales Emergentes
La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia publica uno de los informes más alarmantes respecto al Bisfenol A (BPA), por lo que el senado galo declara ilegal el compuesto (…).
No obstante lo anterior, hay signos que podemos detectar y que nos alertan de una sobreexposición:
1- Levantarnos por la mañana con la sensación de cansancio, a pesar de haber dormido las horas suficientes.
2- Dificultad para conciliar el sueño sin motivo aparente y desvelarnos varias veces durante el periodo nocturno de sueño.
3- Irritabilidad de forma continua y sin motivo aparente.
4- Sensación prolongada de decaimiento y pérdida de vitalidad.
5- Dolores musculares o articulares de forma generalizada en todo el cuerpo.
Ciertamente son síntomas que todos podemos observar en algún momento de nuestra vida. Sin embargo cuando perduran en el tiempo, podrían estar originados por unos altos niveles de electrocontaminación en el dormitorio o en el lugar de trabajo.
Si se ha realizado una medición, la solución consiste en determinar de dónde proviene la fuente de emisión y aplicar las medidas correctoras, las cuales van desde simples desconexiones internas nocturnas a pinturas apantallantes en función de su origen.
Si todavía no se ha hecho una medición profesional en los espacios afectados, podemos hacer las siguientes comprobaciones :
1- Bajar el automático del cuadro de la luz del dormitorio, comprobando previamente que no sea el mismo al que está conectado el frigorífico. Así estaremos exentos de baja frecuencia proveniente de la instalación eléctrica de la casa, durante la noche de radiación.
2- Apagar el WiFi cuando nos vamos a dormir.
3- Si tenemos un teléfono inalámbrico en el dormitorio, desconectarlo durante la noche o sustituirlo por uno fijo o antiradiación.
4- Si dormimos con el teléfono móvil en el dormitorio, ponerlo en modo avión y por supuesto evitar dejarlo debajo de la almohada, ya que sus materiales y componentes generan un campo magnético que interfiere con las frecuencias cerebrales.
6- Tomar una ducha, porque su efecto hace la función de toma a tierra y nos descarga. Si nos encontramos en nuestro lugar de trabajo, poner las manos bajo el chorro de agua del grifo del baño, cuantas veces sea necesario.
7- A poder ser, caminar descalzos por el jardín o por la playa. Nos conecta a tierra directamente y nos ayuda a descargar la tensión acumulada en el sistema nervioso.
Rosa Garzón, Especialista en Salud Geoambiental
A estas alturas todos sabemos que la sobreexposición a los CEM tiene una influencia en nuestro organismo que puede perjudicarnos, por lo que nos conviene tener en cuenta que toda reducción de esta exposición nos ayudará a mantenernos más jóvenes y vitales en el presente y a proteger nuestra salud en el futuro.
La Buena Noticia es que podemos disfrutar de las ventajas de la vida moderna sin desgastar tu salud
Vivimos rodeados de ondas. Algunas provienen de la madre tierra y otras son generadas por la incesante actividad humana.
La exposición durante varias horas al día a estas ondas debilita nuestro sistema inmunológico y tiene efectos sobre nuestra salud, algunos inmediatos, como el insomnio, los dolores de cabeza o las alteraciones del sistema nervioso, y otros a largo plazo como cánceres, enfermedades autoinmunes o enfermedades degenerativas.
Por eso, es importante que tomemos medidas cuanto antes, sobre todo en el lugar donde trabajamos o dormimos, es decir, los lugares de “alta permanencia”.